sábado, 30 de julio de 2016

Capellanes militares pastafaris



Parece que el despropósito religioso español está alcanzando cotas de estupidez infinitas. Así en lugar de los poderes públicos mantengan una estricta neutralidad religiosa y que los creyentes en las diferentes locuras religiosas se paguen sus absurdos caprichos en España se está ofreciendo el más que famoso "café para todos".

Así después del desatino que significa que el Ejército español tenga en nómina a capellanes católicos, con su paga y galones reglamentarios de oficial (¡faltaría más! que el servicio a dios no puede ser realizado por un recluta cualquiera), a partir de ahora también se va a incluir dentro de las fuerzas armadas a sacerdotes protestantes y clérigos musulmanes, para que ofrezcan a la tropa las diferentes variantes de la locura religiosa en lo que sólo puede calificarse de una estúpida y mal entendida "igualdad" religiosa.

Y siguiendo esta proliferación de sotanados armados poco a poco deberían ir incorporándose a las fuerzas defensoras de la unidad hispana capellanes budistas, cienciólogos, ortodoxos rusos y griegos, hinduistas, jainistas, adventistas del tercer, cuarto o séptimo día, cuáqueros, amish, anabaptistas, episcopalianos, luteranos reformados y sin reformar y por supuesto también los adoradores del Diablo (que en una democracia los discípulos de Satán también tienen sus necesidades), seguidores de los OVNIS, paganos, amigos de las hadas o los elfos y el resto de creencias por más minoritarias que estas sean.




 

Y por supuesto cualquier día de estos las sagradas enseñanzas del batmanismo, el loable kopimismo, el suculento credo de la Iglesia Unitaria del Beicon y el más que venerable Gran Espagueti Volador ¡Loada sea su Magnánima Cervercidad! deberán también ser respetados y propagados con santa devoción dentro de nuestras fuerzas armadas para que así todos y cada uno de los españoles podamos sentirnos representados al fin en nuestra particular "creencia".    Fuente: https://diario-de-un-ateo.blogspot.com.es

viernes, 22 de julio de 2016

80 años del fin de la resistencia en los barrios obreros de Sevilla

Hace 80 años en la noche del 22 al 23 de julio los cañones zumban en Triana, Macarena o San Julián, se forman barricadas en todos los barrios que están con la República. La Sevilla roja se agita pero Queipo aplasta la resistencia sin misericordia. Detrás quedan, a la luz del amanecer, las barricadas, los palos y las escopetas de caza, el gran armamento de la resistencia que guarda el recuerdo de la lucha El coraje por la defensa de la República se encuentra desparramado por las aceras. Allí permanecerán los cuerpos para escarmiento. La gran población obrera tenía que ser obligada a aceptar el nuevo orden por medio del terror antes de que los militares nacionalistas pudieran dormir tranquilos.

Barricada en Triana
Barricada en Triana

Para consolidar su supremacía en Sevilla, Queipo contó con la Legión, al mando de Antonio Castejón Espinosa, y con los Regulares de Marruecos llegados desde Cádiz, A pesar de todo este tropel cuartelero el general tiene problemas. Uno de ellos era la organización de la represión de sus adversarios y que resolvió con el nombramiento de un capitán llamado Manuel Díaz Criado como delegado de Orden de Público para Andalucía Occidental y Extremadura. Este individuo ya tenía un glorioso historial conspirativo y delictivo desde la proclamación de la República y, sin lugar a dudas, reunía un brillante perfil para el puesto: era un sádico. Sin pérdida de tiempo, se fue a tomar posesión de su cargo y poner a la policía a sus órdenes, a la par que reunía a su alrededor un equipo de fieles seguidores compuesto con lo más granado de personajes ávidos de sangre, los que aplicarían la nueva justicia en España.
Pero Queipo tropezó a su vez con un nuevo problema. Tenía que matar a mucha gente, decenas y decenas de “rojos”, y eso creaba dificultades logísticas y operativas importantes ,así que hablo con el partido de Falange, que tan ardorosamente apoyaba la sublevación y contaban con hombres de gran abnegación y entrega, de tal manera que ofrecieron al señor delegado una recién creada Brigadilla de Ejecuciones (el nombre se lo dieron ellos) formada por voluntarios y dirigida por el Vieja Guardia Pablo Fernández Gómez, que se encargaría de asesinar a todos aquellos que el señor delegado dispusiera.
Empezaron muy pronto a funcionar y demostraron con creces el gran arrojo y valentía que tenían en eso de disparar a hombres y mujeres amarrados por los codos. Lo único desagradable eran los gritos, los insultos o que muchos de esos rojos no se dejaban matar y se negaban a andar hacia la tapia, de tal forma que había que matarlos al bajar del camión y dejarlos tirados por el campo a las afueras de la ciudad. Ya pasaría luego “el camión de la carne” y los recogería.
Pero aquí no acaba la historia, a estas Brigadillas de Muerte, se sumaron los terratenientes sevillanos, los señoritos y el mundo del toro. El más destacado fue el torero El  Algabeño, otro asesino en serie al frente de una cuadrilla de pistoleros. Se ofreció enseguida a Queipo de Llano para realizar el trabajo sucio de la represión encabezada por este militar golpista. Bien formando parte de la camarilla de guardaespaldas de Queipo  o matando a quien se pusiera por delante. Empezaron a trabajar en Sevilla dando un buen repaso a los barrios obreros, Pero en lo que verdaderamente destacó, y por lo que pasó a formar parte del imaginario fascista, fue en el llamado “saneamiento de los campos”. Desde el principio del golpe militar, unidades voluntarias e irregulares de caballería financiadas por el capital latifundista andaluz, se hicieron dueñas de la campiña, buscando, acosando y asesinando a cuantos jornaleros les parecieran sospechosos de izquierdismoé García Carranza, el Algabeño, mataba porque sí, porque poner cartuchos de dinamita en el cuerpo de los jornaleros y hacerlos estallar era motivo de conversación y vanagloria machista mientras se tomaba unas manzanillas en cualquier bar.
Ese fue el núcleo de un grupo de pistoleros que aterrorizó inicialmente a la ciudad y que luego sembró el miedo en los campos, una “policía montada”, que llegó a utilizar garrochas para reducir a los campesinos fugitivos, en una sórdida atmósfera donde abundaban piquetes falangistas o requetés, sin descuidar a los paramilitares. Emulando sus tardes de gloria taurina, hay algún testimonio que asegura que El Algabeño llegó a torear a algunos presos utilizando su fusil como muleta. Autor de numerosos crímenes de guerra, el diestro de La Algaba murió como consecuencia de las heridas sufridas en la batalla de Lopera contra las Brigadas Internacionales. Eso sí, en virtud de sus méritos, Franco le nombró a título póstumo teniente honorario de Caballería.                                      Muerte en Triana
Pero no queda ahí la cosa. La represión de Queipo no acabó en los paredones y en las cárceles que muy pronto se multiplicaron. También en las prohibiciones. Prohibido el luto. Prohibido llorar en público. Prohibido inscribir a los muertos.
De manera que aquellos que murieron defendiendo la legalidad republicana en las barricadas de Triana y Macarena, los detenidos que asesinaron dándoles el “paseo”, no se encuentran inscritos en ninguna sitio, no están, no existen. Solo existían en el recuerdo de las familias y estaban tan aterradas que pasaron muchos años antes de que alguien hablara y contara lo que había oído entre susurros a la abuela. La política del miedo funciono a la perfección.
Todavía le faltaba al general dar más énfasis criminal, se le ocurrió que estaría bien torturar a los rojos a través de las ondas. Así que, desde los micrófonos de Radio Sevilla cada noche el pueblo escuchaba despavorido sus soflamas radiofónicas, su voz tenebrosa que lo impregnaba todo de miedo:
“Y ahora tomaremos Utrera, así que vayan sacando las mujeres sus mantones de luto”
“Canalla marxista! Canalla marxista, repito, cuando os cojamos sabremos cómo trataros”
Seguía retumbando su voz´.  
Fuente: http://blogs.publico.es/memoria-publica/

sábado, 16 de julio de 2016

Ceuta 1936: un plan para matar a Franco que pudo cambiar la historia





Franco llega a Ceuta el 19 de julio 1936 tras aterrizar en el aeródromo de Tetuán// ARCHIVO SÁNCHEZ MONTOYA 
Franco llega a Ceuta el 19 de julio 1936 tras aterrizar en el aeródromo de Tetuán// ARCHIVO SÁNCHEZ MONTOYA

 “Aquel atentado hubiera podido cambiar el curso de la historia de España”. El investigador ceutí Francisco Sánchez Montoya recuerda el asesinato planeado para el 17 de julio de 1936 contra el general Francisco Franco. La maniobra la llevarían a cabo cuatro cabos y varios soldados el mismo 18 de julio de 1936 siendo uno de sus cabecillas el cabo republicano José Rico. Tras ser delatados en Ceuta por un chivatazo, fueron finalmente ejecutados en un Consejo de Guerra Sumarísimo un año más tarde.
Montoya recuerda que “todo comenzó en la medianoche del 17 de julio de 1936”. Aquella madrugada los militares golpistas comenzaron a tomar Ceuta. La represión sería terrible: 268 asesinatos entre 1936 y 1944 en la ciudad. El objetivo “salvar a España” de la República. El Regimiento de Infantería número ocho saldría en armas, junto al teniente coronel Juan Yagüe y las tropas de legionarios de Dar Riffien. La situación se complicaba a medida que pasaban las horas. “Patrullas de falangistas detenían a civiles y asaltaban varias sedes de partidos políticos, comunicando al pueblo el estado de guerra, la disolución de partidos y la prohibición de realizar reuniones”, recuerda el investigador.

LA TRAMA DEL ATENTADO EN EL CUARTEL DE CEUTA
Los cabos José Rico y Pedro Veintemillas hacían la ronda aquella noche como otra jornada más. Solo en pocas horas, la ciudad había sido tomada por los militares sin tener que disparar un solo tiro. Pocos opusieron resistencia, sin saber lo que se avecinaba. El profundo republicanismo de Rico lo alentó a oponerse al golpe que ya se estaba gestando. Las primeras horas del día siguiente, ya 18 de julio, urdiría plan de resistencia. Una pequeña habitación del cuartel sirvió de reunión clandestina para el encuentro. Le acompañaron Anselmo Carrasco y Pablo Frutos. Rico tenía solo 21 años cuando se alistó voluntario en el Ejército desde Salamanca, su tierra natal, cuando marchó al Norte de África.
El cabo tramaría, como cabecilla, el complot para atentar contra la vida de Franco, que en aquellos decisivos momentos se encontraba en las Islas Canarias. “La idea se concretó en la segunda reunión en el cuartel”, puntualiza Montoya. Se trataba de frenar el golpe de Estado y una guerra civil que parecía ya irrevocable.
La magia del plan radicaba en su sencillez. La tarde del 18 de julio, Rico pidió estar de guardia en la entrada principal del cuartel con la intención de ser el primero en enterarse de la llegada de Franco. Cuando entrada en el patio central, le dispararían una ráfaga de fuego. El resto de militares serían detenidos. Sin embargo, la mayor complicación era buscar apoyo en el pueblo. Esa era una baza necesaria para el éxito del atentado. Sin el beneplácito –que no lograron– de los ciudadanos de Ceuta, Melilla y el protectorado, el golpe continuaría su curso.

LA TRAICIÓN FINAL Y EL CONSEJO DE GUERRA
Agustina Rico, sobrina del militar republicano, aludiría muchos años más tarde, en una entrevista, a la traición final que desbarató la operación. “En la tarde del 18 de julio, mi tío pidió entrar de guardia en la puerta principal del cuartel para ser el primero en enterarse de la llegada de Franco. Lo consiguió. Compartió vigilancia con el cabo Rodríguez, quien confesó después en el consejo de guerra que mi tío le había preguntado qué le parecía el movimiento, la revuelta fascista”.
Las detenciones, alrededor de medio centenar, no tardaron mucho en llegar, como recoge Montoya en su libro ‘Ceuta y el Norte de África 1931-1944. República, guerra y represión’. Uno de los supervivientes de aquel arresto, el anarquista Sánchez Téllez, recordaba así los terribles interrogatorios: “Entré en un pequeño despacho sin ventanas y un brigada me tomó la filiación y comenzó a interrogarme. Aún no había terminado la primera pregunta cuando sobre mi espalda sentí un golpe de vergajo. Para que me recuperara me echaban agua de un botijo, pero yo lo negaba todo”.

FUSILAMIENTO EN LA PRISIÓN DEL HACHO
Los presos fueron llevados en las peores condiciones imaginables hasta la fortaleza prisión del Monte Hacho. Tras pasar casi un año en prisión, el 17 de marzo de 1937, Rico fue sometido a un consejo de guerra, que decretó su fusilamiento. Sin testigos para poder ejercer su derecho de defensa, fue fusilado por una patrulla de falangistas a las puertas del Hacho. Antes de su muerte, el cabo relató en una carta a su familia las circunstancias en la que se encontraba: “Me fusilan al amanecer. El capitán Navarro me ha preguntado si quiero algo. Vivir, le he dicho, y no ha sabido qué responderme”. Y continuaba con profundad emotividad: “Tengo miedo y no sé cómo reaccionaré cuando esté ante el pelotón de ejecución. Me gustaría mantener la dignidad, pero ¿cómo? Padres, no se culpen de nada, porque de nada tienen la culpa, como tampoco me culpo yo de mis acciones”.
En su único turno de palabra durante el consejo de guerra, el juez permanente teniente coronel Buesa dictaminó el veredicto de culpabilidad: “No sois españoles, sois todos unos cobardes traidores a la patria”, a lo que el cabo Rico replicó: “Juré defender una España democrática y la defiendo porque soy español; los traidores a la patria sois vosotros”. 
Fuente: http://www.andalucesdiario.es

jueves, 14 de julio de 2016

Monárquicos, fascistas y conspiración

El pasado uno de julio, en un artículo publicado en este medio bajo el título 1 de julio de 1936: Mussolini vende armas a los monárquicos españoles que se preparan para la Guerra Civil, el periodista Alejandro Torrús se hacía eco de los contratos que el inveterado conspirador monárquico y número tres de Renovación España, Pedro Sainz Rodríguez, firmó en Roma tal día de 1936 sobre el suministro de aviación con destino a los futuros sublevados. Como descubridor de los mencionados contratos, me siento obligado a hacer algunas consideraciones adicionales a lo escrito:

1º Los contratos pueden verse en Madrid. No hay que ir a Roma, París o Moscú. En un libro colectivo dirigido por el profesor Francisco Sánchez Pérez se publicaron en facsímil y, con sus anexos, en el original italiano y la correspondiente traducción.

2º No hay duda de su autenticidad, que se demuestra en las firmas, en su depositorio (el archivo del propio Sainz Rodríguez) y en su contextualización. Rellenan un hueco, el final, de las relaciones entre la Italia fascista y los conspiradores del 18 de julio, que han sido objeto de análisis desde la misma Guerra Civil.

3º Los lectores que quieran enterarse de los vericuetos previos de esas relaciones pueden acudir a los libros (disponibles todos en castellano) de los profesores Ismael Saz, Morten Heiberg, José Ángel Sánchez Asiaín y Eduardo González Calleja. Yo encontré su guinda final, como también documenté la financiación fascista de Falange en 1973.

4º Alguien ha dicho que se trataba de material obsoleto. No es cierto. Los aviones de bombardeo/transporte amén de cazas e hidroplanos eran de lo más avanzado que Italia producía en aquella época.


 5º Otro amable lector ha despreciado la conversión en términos actuales de los precios que los italianos cargaron a los monárquicos. Quizá él tenga la piedra filosofal. Yo apliqué la actualización de liras a pesetas utilizando los tipos de cambio del momento y transformando las pesetas según las equivalencias establecidas por el profesor Sánchez Asiaín. No es la única forma posible pero, en mi modesta opinión, es la mejor.

6º Alguien se rió de los precios de los aviones de 1936. Es, simplemente, desconocer los precios del momento. Quizá como consecuencia de ignorar que el precio de los aviones actuales no tiene absolutamente nada que ver con el de los existentes en aquella época.

7º Sobre la fascistización de las derechas españolas de la época se ha escrito largo y tendido. A mí me gustaría haber visto la más mínima referencia de algún crítico a las obras en que se hubiera basado para despreciarla. Hay dos obras esenciales muy recientes: para el proceso intelectual el trabajo de Ferran Gallego es ineludible. Para el proceso político la monumental obra de González Calleja/Cobo Romero/Sánchez Pérez y Martínez Rus.

8º Sobre los contratos mismos, el lector curioso puede acudir a una reciente biografía de Juan March en la que se menciona uno pero sin que el autor parezca haber comprendido lo que tenía delante.

La inquina de Mussolini data de 1931. Heiberg analizó los “aforismi”, los pensamientos que su repentina proclamación produjo en el ánimo del Duce. Los conservó hasta su amargo final en 1945. No se hace esto con papeles que carecen de importancia subjetiva. Tal inquina se tradujo en el famoso acuerdo de marzo de 1934 (bajo un gobierno radical en España) en el que ya monárquicos, militares y carlistas dejaron ver que la conspiración, todavía poco operativa, se prometía de la ayuda fascista.

Presentar a los distinguidos directivos de Renovación Española (y a la cabeza de ellos al “proto-mártir”) no gustará a todo el mundo. Pero la evidencia empírica es la evidencia empírica. Los lectores calificarán, desde su subjetividad, prejuicios e ideologías, la actuación de aquellos próceres empeñados en salvar a España.

No todo se ha dicho sobre la conspiración y/o sobre Franco. Precisamente ahora un pequeño grupo de investigadores estamos enfrascados en identificar las coordenadas principales que alumbrarán una visión renovada de ambos. Iremos más allá de las gestiones de Mola y sus “muchachos” y pondremos el acento allí donde deben situarse las actuaciones más inconfesables, más ocultas, más repelentes. Como dice el recio refrán castellano, “ríe mejor quien ríe el último”. 



Catedrático emérito de la UMC. En septiembre aparece su libro sobre algunas intrigas en la “corte” de Franco en los primeros años de la guerra mundial



domingo, 10 de julio de 2016

Además de hipócritas sexuales, los cristianos son violentos

La doble moral de la iglesia católica es legendaria: persigue la homosexualidad y tiene decenas de miles de curas gais en sus filas, se declara protectora de la infancia mientras miles y miles de miles de niños han sido violados por los innumerables pederastas sotanados que habitan prácticamente en toda la Cristiandad, predica la pobreza mientras es la asociación más rica del mundo y habla de paz y amor mientras lleva siglos al lado de los más criminales genocidas del mundo, fascistas incluidos.  



 
Y el último ejemplo de este comportamiento absurdo, obseso y fanáticamente criminal nos llega de Brasil. Allí un reconocido cineasta acaba de estrenar un impactante documental que bajo el título de "Amores Santos" muestra en toda su crudeza la podredumbre, bajeza y degradación ética de esos supuestos garantes de la "moral" que son los siempre peligrosos sacerdotes cristianos.

La cinta cuenta como un atractivo actor homosexual de 25 años contactó a través de varios perfiles falsos en Facebook con unos 5.000 religiosos de 36 países, entre ellos España y por supuesto también el mismísimo Vaticano. Los religiosos iban desde simples frailes o curas hasta obispos e incluso cardenales, todos ellos pululando por las redes sociales insaciables en busca de ese nefando pecado que prohíbe tan taxativamente su iglesia y que a buen seguro ellos domingo sí y domingo también persiguen "implacablemente" en sus podridos púlpitos a través de sus hipócritas sermones.

Las imágenes del documental son impactantes ya que se ve en toda su crudeza como sacerdotes de todas las ramas del demente cristianismo: católicos, evangélicos, ortodoxos y anglicanos se masturban como monos hasta eyacular frente a las pantallas de sus ordenadores o teléfonos móviles para que el dotado actor compartiera su sexo cibernético. Por supuesto muchos de ellos lo hacen en las vicarías, conventos o en sus propias habitaciones en donde innegablemente  no podía faltar esa absurda imaginería de santos, cristos, crucifijos y vírgenes que asisten mudos e impertérritos (ya que bien saben esos hipócritas curas homosexuales) que no son más que parte de esa monumental estafa llamada cristianismo y que dioses, vírgenes y santos no son más que el producto del delirio de algunos de los más ignorantemente enfermos mentales que ha dado esta siempre alucinada especie de monos bípedos autodenominada ostentosamente sapiens.


Y como no podía ser de otra manera en esta caterva de reprimidos y obsesos sexuales que conforman la grey cristiana, lejos de escandalizarse porque miles de sus curas son unos hipócritas, los cristianos han seguido su máxima practicada durante más de 2.000 años de doblez: perseguir al mensajero. Así el director del documental ha recibido numerosos insultos y amenazas, algunas de ellas de muerte de tal manera que está pensando en abandonar ese cristiano y "tolerante" país por lo que pudiera pasar. Pero eso sí, sigamos estúpidamente manteniendo a esta caterva de parásitos dementes a cargo de nuestros impuestos y rindiendo abobada pleitesía a sus jerarcas y estatuas de escayola. 
Fuente: http://diario-de-un-ateo.blogspot.com.es

jueves, 7 de julio de 2016

Los ochenta años del asesinato de Federico

Fotografía facilitada por el archivo de Manuel Francisco Reina de "El romance de Juan Ramírez de Lucas (el rubio de Albacete)" en el papel original. / Efe
Fotografía facilitada por el archivo de Manuel Francisco Reina de un dibujo y un manuscrito de Federico García Lorca que contiene el poema titulado ‘El romance de Juan Ramírez de Lucas (el rubio de Albacete)’. / Efe

El 19 de agosto se cumplirán los ochenta años en que Federico García Lorca fue asesinado en una saca en los alrededores de Viznar, en Granada. Desde los primeros instantes de su asesinato, García Lorca se convirtió en símbolo de la barbarie de la represión franquista, del mismo modo que el bombardeo de Guernica pero con la salvedad de que la destrucción de la ciudad vasca pronto se transmutó en un símbolo universal contra la sinrazón de la guerra, trascendiendo el suceso mismo de la guerra civil.
Convertir a un poeta español en símbolo tiene algo de arriesgado ya que el conocimiento que se tenía de la cultura española no se correspondía con la importancia que se otorgaba a la guerra civil. Sólo así cabe entender que un crítico tan reputado como Cyril Connolly se refiriera a Lorca y a su obra en términos de poemas de la guerra civil, cuando nuestro poeta no escribió una sola línea que no fuera antes del estallido de la misma. De ahí que mientras crecía en importancia como símbolo, sobre todo después de la postguerra mundial, su obra siguiera siendo una desconocida fuera del ámbito del español. Pero desde el libro fundamental de Marcelle Auclair, Vida y muerte de García Lorca, todo cambió y a partir de los setenta el legado lorquiano, lleno de tópicos y lugares comunes, se fue aclarando hasta llegar al día de hoy donde parece que tanto la vida y obra de García Lorca es tomada con justa fidelidad a lo que realmente fue.

Cartel de la presentación del libro 'Una brisa que viene dormida por las ramas', el pasado 21 de junio en Madrid. / veronicaaranda.blogspot.com
Cartel de la presentación del libro ‘Una brisa que viene dormida por las ramas’, el pasado 21 de junio en Madrid. / veronicaaranda.blogspot.com

La historiografía británica es famosa por su método y forma de enfocar el pasado. Ian Gibson ha sido, gracias a esa tradición, el gran estudioso del legado del poeta granadino y debido a su famosa biografía, un referente mundial para los estudios lorquianos. No es de extrañar, por tanto, que cada vez que surge un homenaje al poeta, allí esté Gibson, que también se animó a estudiar a los amigos de Lorca, Buñuel, Dalí... constituyendo para el biógrafo irlandés la Santísima Trinidad de la Edad de Plata de la cultura española, y, así, en el bello libro que bajo el título de Una brisa que viene dormida por las ramas, publicado recientemente en Aurea y que reúne, bajo la coordinación de Miguel Losada, poemas de poetas de medio mundo y de todo pelaje y condición, la colaboración de Gibson destaque como autoridad lorquiana indiscutible.
Son muchos los homenajes que se están preparando para celebrar ese ochenta aniversario, celebración un tanto paliada por coincidir en plenas vacaciones y, en donde destaca de manera un tanto inquietante, el que a estas alturas aún no se sepa a ciencia cierta el lugar donde se enterró al poeta. Situación un tanto curiosa que ha llevado a especulaciones sin fin y tan variadas y extravagantes que la familia Lorca, en boca de Laura, su sobrina, decidiera dar hace tiempo por finalizado el asunto y centrarse en la Fundación García Lorca de Granada, que se inauguró sin el legado del poeta, la familia se negó a ceder éste a la Fundación, está en la Residencia de Estudiantes madrileña, hasta que se despeje el contencioso que ésta mantiene desde que presentó una querella contra el secretario de la Fundación, Juan Tomás Martín, por falsedad documental y apropiación indebida.
De estas celebraciones, las de forma de libro tienen la ventaja de ser permanentes. Hemos citado la recopilación Una brisa que viene dormida por las ramas, que recoge un verso de Lorca, como uno de los mejores publicados en estos momentos: no es para menos ya que recoge poemas de Vicente Aleixandre, Gerardo Diego, Louis Aragon, Caballero Bonald, Allen Ginsberg, el gran representante de la Beat Generation y que veneraba a Lorca, Ted Hughes, el gran poeta británico que se casó con Sylvia Plath, Leonard Cohen, a quien se debe la musicación de Poeta en Nueva York, Paco Nieva, Antonio Gamoneda, Antonio Colinas, Ana Rosetti, Luis Antonio de Villena, Vicente Molina Foix e Ian Gibson, donde se aportan documentos inéditos, como la carta que García Lorca dirigió a Luis Cernuda, o el romance escrito en el dorso de un recibo de la Academia Orad, donde estudiaba Juan Ramírez de Lucas, “el rubio de Albacete”, que fue el último amor del poeta y del que el estudioso italiano Gabriele Morelli escribe un hermoso texto en este libro sobre esta última relación sentimental.

Portada del libro 'Lorca en Buenos Aires'. / Fórcola Ediciones
Portada del libro ‘Lorca en Buenos Aires’. / Fórcola Ediciones

El libro se cierra con unas muy justas palabras de Ian Gibson sobre Lorca, palabras sentidas y muy extrovertidas para un anglosajón; no olvidemos, sin embargo, que Gibson es irlandés, cuando afirma que el asesinato de Lorca ha hecho de éste el desaparecido más llorado y famoso del mundo entero porque se ha convertido en un símbolo de todas las víctimas inocentes de la guerra.
El libro destaca por el cuidado con el que está hecho, pero hay otros. De todos ellos cabría dar cuenta del ensayo-novela de Reina Roffé, Lorca en Buenos Aires, que ha publicado Fórcola Ediciones, y que es una recreación exhaustiva del ambiente que rodeó a Lorca cuando visitó la capital argentina en octubre de 1933 y donde pasó seis meses. En el libro aparece la gran cultura en español del siglo, de una manera u otra: desde Borges, a quien no cayó nada bien Lorca y discutió con él acusándole de ser “un andaluz profesional”, a Onetti pasando por Alfonso Reyes, Pablo Neruda, Alfonsina Storni, Lola Membrives, Norah Lange, Victoria Ocampo, con referencias a Carlitos Gardel, incluso, en fin, Roberto Arlt...
Libros para rendir homenaje justo a García Lorca, de quien se cumplen ochenta años de su ominoso asesinato. Y mientras la tumba donde yace permanece opaca, oscura…
Fuente: www.cuartopoder.com