domingo, 25 de septiembre de 2016

La "gran siembra" republicana de maestros y libros como un "nuevo modo de sentir" España

Las misiones pedagógicas de la II República fueron un proyecto que llevaba maestros y obras culturales al campo. Más del 40% de la población era analfabeta. La obra 'Las misiones pedagógicas', de Alejandro Tiana, reconstruye la historia de esta iniciativa.

 

Las misiones pedagógicas llegaron a más e 1.200 pueblos de toda la geografía del Estado


MADRID.- Un grupo de maestros cargados de películas, libros, poesía y material pedagógico llegan con un camión a un pueblo recóndito de Segovia, Ayllón. Llevan un teatro de títeres, libros, un proyector de cine, reproductor de cine... Los aldeanos no dan crédito. Los foráneos les invitan a acudir esa misma tarde al salón del pueblo para explicar quiénes son y qué les lleva por allí. Es el 17 de diciembre y la primera misión pedagógica que ponía en marcha la II República acaba de llegar a su destino.

Cerca de 500 habitantes del pequeño pueblo segoviano acuden a esta primera cita en el único salón de baile de la localidad, un lugar "sin ventilación ni asientos". Gran parte de los asistentes son hombres, viejos y mozos, "con bufanda y boina puesta" y "muchos de ellos fumando". El número de mujeres es escaso, pero con los días irán en aumento. Están todas de pie. El rumor es enorme. Un grupo de personas ha conseguido sentarse gracias a unos bancos traídos de la iglesia. El ambiente no parece el idóneo para el aprendizaje. Los jóvenes misioneros se plantan frente al público asistente y comienzan a recitar el texto que pronunciarían cada día antes de comenzar:

"Es natural que queráis saber, antes de empezar, quiénes somos y a qué venimos. No tengáis miedo. No venimos pediros nada. Al contrario, venimos a daros de balde algunas cosas. Somos una escuela ambulante que quiere ir de pueblo en pueblo. Pero una escuela donde no hay libros de matrícula, donde no hay que aprender con lágrimas, donde no se pondrá a nadie de rodillas, donde no se necesita hacer novillos. Porque el Gobierno de la República, que nos envía, nos ha dicho que vengamos ante todo a las aldeas, a las más pobres, a las más escondidas, a las más abandonadas, y que vengamos a enseñaros algo, algo de lo que no sabéis por estar siempre tan solos".  

Las misiones pedagógicas fueron uno de los ambicios proyectos de la II República que tenía como objetivo principal llevar la cultura a todos los rincones del país, sembrar la semilla del saber y, también, mejorar la idea del nuevo régimen republicano en el campo de España. Tras la misión en Ayllón, los misioneros acudirían acudirían a Navalcán (Toledo), Valdepeñas de la Sierra y Puebla de Beleña (Guadalajara), Navas del Madroño (Cáceres), Puebla de la Mujer Muerta (Madrid)... así hasta 1.200 localidades. Ahora, el libro Las misiones pedagógicas (Editorial Catarata), de Alejandro Tiana, reconstruye la historia de esta iniciativa y recupera su memoria para acercarla al lector interesado. No se trata de ningún libro de investigación sino que recopila la información disponible hasta el momento y con un tono pedagógico la expone al lector acompañado de imágenes de la época. Explica, por ejemplo, la doble finalidad de estas misiones que por una parte, cumplían con la vocación educadora del nuevo régimen que implicaba dar acceso a todos los ciudadanos a la educación y a los bienes culturales, y muy especialmente a la escuela y a la lectura. Y por otro lado, las misiones también perseguían el objetivo de llevar los valores republicanos a la España tradicionalista y rural que era esquiva a la República.Marcelino Domingo: "Maestros y libros como signo de un nuevo modo de sentir España; de vivir en España; de servir a España; de marchar hacia el futuro"El socialista Rodolfo Llopis, director general de Primera Enseñanza, ya había señalado el mismo el 14 de abril de 1931 que las "urnas" habían "reflejado la realidad de la sociedad española. Las grandes ciudades son republicanas, mientras que el campo sigue aferrado a la tradición". Por tanto, la República debía conquista ideológicamente el campo para la República a la vez que hacía llegar la educación y la cultura. Fue el primer ministro de Instrucción Pública, Marcelino Domingo, quien diseñaría la fórmula: "Maestros y libros. Es la gran siembra que ha de hacerse sobre la tierra de España. Lo mismo sobre el pedregal que sobre el suelo mollar. Maestros y libros como
signo de un nuevo modo de sentir España; de vivir en España; de servir a España;
de marchar hacia el futuro. Maestros y libros como blasones del escudo del régimen
nuevo. La República, por el libro y por el maestro; por el ejemplo, además, dado
desde el Poder, ha de convertir España en una escuela viva y permanente. En una
escuela donde el español aprenda que lo que él sea, haga y valga, será, hará y
valdrá, en definitiva, la historia de España". 

Con Pedro Salinas y Federico García Lorca

Así, apenas un mes y medio después de la proclamación de la II República, el Gobierno aprobó el decreto que organizaba el Patronato de Misiones Pedagógicas. El decreto señalaba en su preámbulo que "es llegada la hora de que el pueblo se sienta partícipe en los bienes que el Estado tiene en sus manos" y que "deben llegar a todos por igual, cesando aquel abandono injusto y procurando suscitar los estímulos elevados". 
En 1932 habría inscritos 75 misioneros culturales de los que 10 eran mujeres, entre las que se encontraba Matilde Moliner y María Zambrano
Al frente del Patronato se situaría Manuel Bartolomé Cossio, miembro fundador de la Institución de Libre Enseñanza en 1876, siempre al lado de Francisco Giner de los Ríos, que estuvo acompañado de otro selecto grupo de insignes universitarios desarrolló los planteamientos educativos de las Misiones, en las que también participarían intelectuales y artistas como Pedro Salinas y Federico García Lorca sobre el papel y Luis Cernuda o Alejandro Casona desde el terreno enrolándose en las propias misiones.

Así, en 1932 ya habría inscritos 75 misioneros culturales de los que 10 eran mujeres, entre las que se encontraba Matilde Moliner (hermana de María Moliner) y María Zambrano. Las misiones debían cumplir un propósito recreativo y tal y como establecía la orden del Patronato "si la Misión no sirviera de nada, ni dejara otra huella en el pueblo, le bastaría para justificarse la emoción habitual de sorpresa, de alegría y de gratitud que despierta en los aldeanos el ver que la nación o, como allí a acostumbran a decir, el Gobierno por fin se acuerda de ellos".

Los campos de actuación en los que debían hacer hincapié los misioneros eran seis. Primero, "cómo es, sobre todo, España" y "enseñar todo lo que ha costado a los hombres siglos y siglos el conocer y descubrir por dentro". Segundo, el arte y "las cosas que los hombres han hecho solo para divertirse y para divertir a los demás". Tercero, la literatura y la música, para cuyo cultivo se recurriría a lecturas públicas de "hermosos versos de los más gloriosos poetas castellanos". Cuarto, el cine, uno de los medios privilegiados de diversión. Cinco, la educación cívica y republicana. Sexto y último, motivación para la lectura. 
En el censo de 1930 un 42,30% de población era analfabeta (un 31,1% de los mayores de 10 años) y en el caso de las mujeres ascendía al 38,1% de las mayores de 10 años
La obsesión del Gobierno republicano por incentivar la lectura tiene una lógica clara. En el censo de 1930 un 42,30% de población era analfabeta (un 31,1% de los mayores de 10 años) y en el caso de las mujeres ascendía al 38,1% de las mayores de 10 años. Por eso, junto a las Misiones, el Gobierno desplegó una amplia red de bibliotecas fijas y ambulantes para estimular la lectura. "[Las Misiones deben] despertar el amor a la lectura, llevando libros a las gentes que ahora no van ni irán ya a la escuela, y haciéndoles con la lectura en alta voz, como hacen las Misiones, gustar los placeres que los libros encierran". 

Tiempos de tempestad

El proyecto republicano, sin embargo, decayó con la derrota de las izquierdas en las elecciones de 1933 y el presupuesto destinado para las Misiones fue cayendo hasta que fue prácticamente insignificante en los de 1935. Ese año, durante una discusión parlamentario, el entonces diputado José Ibañez Marín, posterior ministro franquista de Educación Nacional, acusó a las misiones de "servir para que se divirtieran unos cuantos señores privilegiados de la Junta de Ampliación de Estudios".

Los tiempos difíciles para las misiones se extenderían prácticamente hasta el inicio de la Guerra Civil frenando drásticamente su expansión. "Por lo visto, llevar a campos y aldeas cultura, artes e ideas españolas es un pecado mortal", escribía el filólogo e historiador cultural español Américo Castro en las páginas de El Sol. Como balance, las misiones pedagógicas dejaron 188 misiones pedagógicas que visitarían, más de 1.200 localidades españolas. Una cifra que asciende a más de 5.000 si se suma las localidades que recibieron la visita de una de las bibliotecas ambulantes de las misiones.

El 18 de julio de 1936, de hecho, se estaban llevando misiones a cabo en varias localidades. Con el golpe de Estado militar que partió España en dos mitades, algunos de los misioneros tuvieron problemas para regresar a sus domicilios. Enrique Azcoaga, por ejemplo, estuvo a punto de ser fusilado en Vinuesa (Soria) y Cristobal Salamanca, que estaba en Burgos camino de Sanabria, se tuvo que incorporar al Ejército franquista para evitar la muerte.

Dos maestros que acababan de finalizar una misión acompañando a Rafael Dieste y Carmen Muñoz fueron fusilados
. Otros muchos tuvieron que pasar por procesos de sublevación y otros tantos acabaron en el exilio. "Como poéticamente ha expresado Eugenio Otero, para los marineros del entusiasmo llegaba la tempestad", escribe Alejandro Tiana en su libro. 
Fuente; Diario Público

miércoles, 21 de septiembre de 2016

La religión es más importante que las ciencias

En un mundo absolutamente dependiente del conocimiento científico, en el cual sin los espectaculares avances conseguidos por la ciencia seguiríamos muriendo a millones por cualquier enfermedad infecciosa, viajaríamos a la velocidad del carromato y tendríamos unos 30 o 40 años menos de esperanza de vida viene todo un ministro y declara que 

“El aprender sobre el judaísmo y su excelencia en un asunto que a mi entender es más importante que las matemáticas y las ciencias”
Y no se crean que quien ha afirmado semejante estupidez es nada más y nada menos que el Ministro de Educación del estado de Israel ¡Ahí es nada!

Y ya desatado en su patética ignorancia religiosa ha añadido que
“[Israel] debe también ser una superpotencia espiritual y exportar conocimiento espiritual al mundo. […] De esta manera volveremos a ser una luz para las naciones. […] Somos Judios ... Y debemos ser el pueblo de la Biblia.”

Así que parece que debemos esperar que los judíos, un pueblo absolutamente marginal en la Historia y que además fue perseguido y exterminado durante siglos por sus supuestos descendientes morales, los cristianos, se va a convertir ¿otra vez? en la luz del resto de naciones. No se qué habrá leído o qué habrá tomado este pobre fanático para alucinar de semejante manera.

domingo, 18 de septiembre de 2016

La religión en Estados Unidos mueve más dinero que "Google y Apple juntos"

Menú 'halal' en Granada.
Menú 'halal' en Granada.

La religión en Estados Unidos vale 1,1 billones de euros al año. Esto la sitúa en la 15ª posición de las economías nacionales más importantes, según apunta un estudio. La economía de la fe tiene más valor que los ingresos de las diez compañías tecnológicas más importantes de EEUU, incluyendo Apple, Amazon y Google. Así lo demuestra el análisis de la Universidad de Georgetown en Washington DC.
'The Socioeconomic Contributions of Religion to American Society: An Empirical Analysis' calculó la cifra de 1,1 billones de euros al estimar el valor de las instituciones religiosas, incluyendo los centros sanitarios, las escuelas, las guarderías y las organizaciones benéficas. Así como los medios, las empresas vinculadas a la religión, los mercados de comida kosher y halal, los programas sociales y filantrópicos, y el personal y los gastos anuales de las congregaciones.
El coautor Brian Grim dice que se trata de una estimación prudente. Más de 344.000 congregaciones a lo largo de Estados Unido emplean colectivamente a cientos de miles de trabajadores, y compran bienes y servicios por valor de millones de dólares.
Más de 150 millones de americanos, casi la mitad de la población, son miembros de congregaciones religiosas, según el estudio. Aunque la cifra está descendiendo, las sumas que se gastan las organizaciones religiosas en programas sociales se han triplicado en los últimos 15 años hasta llegar a los 8.000 millones de euros.
En total, 20 de las 50 organizaciones benéficas de Estados Unidos son religiosas y generan unos ingresos conjuntos de 45.300 millones de euros. El informe menciona el análisis realizado por Pew Research Centre, que muestra que, entre los adultos muy religiosos, dos tercios donaron dinero, tiempo o bienes para obras sociales la semana pasada, mientras que entre los que no se declaraban muy religiosos, esa proporción era del 41%.
Grim y su coautora, Melissa Grim, del Instituto Newseum en Washington, propusieron tres estimaciones en cuanto al valor de la religión en Estados Unidos. El más bajo, de 336.000 millones de euros, tiene en cuenta solo la ganancias de las organizaciones religiosas. Una estimación media, de 1,1 billones de euros, incluye una estimación del valor de mercado de bienes y servicios proporcionados por organizaciones religiosas y las contribuciones de los negocios con raíces religiosas.
La estimación más alta se basó en los ingresos de los hogares estadounidenses con una filiación religiosa, algo que sitúa al valor de la fe de la sociedad estadounidense en los 4,2 billones de euros anuales.
El análisis no tiene en cuenta el valor de los activos físicos o financieros que poseen los grupos religiosos. Tampoco tuvo en cuenta "los impactos negativos que se producen en algunas comunidades religiosas, incluyendo... cosas como el abuso de niños por parte de algunos sacerdotes, casos de fraude y la posibilidad de ser sitios de reclutamiento para el extremismo violento".
Sin embargo, concluye: "El sector de la fe es, indudablemente, un componente significativo de la economía global estadounidense, impactando e implicando las vidas de la mayoría de la población".  Fuente: http://www.eldiario.es

sábado, 17 de septiembre de 2016

La ciencia de los pelirrojos




 ¿Por qué hay hombres morenos con barbas rojizas? ¿Qué hace pensar a algunas personas que los pelirrojos dan mala suerte? ¿Se extinguirá algún día este color de pelo?. FOTOLIA
MADRID.- Otro festival del verano que cuelga el rótulo de sold out. Si añadimos que el evento tiene lugar en el centro de Londres, el hecho se vuelve aún menos noticiable. Lo peculiar es que el cartel de este festival no incluye a los grupos más punteros del panorama indie, ni las propuestas cinéfilas más prometedoras del año: en esta fiesta hay pelirrojos.

Cientos de personas con el pelo carmesí entre los asistentes, organizadores, ponentes y artistas: músicos, actores, fotógrafos y escritores. Todos en la calle el sábado 17 de septiembre, celebrando una suerte de día del Orgullo Pelirrojo: Red Head Day UK. Y en este punto cabe preguntarse ¿qué sentido tiene echarse a las calles a reivindicar un color de pelo?

El 17 de septiembre en Londres se celebra el Orgullo Pelirrojo, pero ¿qué sentido tiene echarse a las calles a reivindicar un color de pelo?Aunque este año es el primero que se conmemora enl a city, el germen surgió en Holanda hace aproximadamente una década: “Un fotógrafo publicó un anuncio solicitando personas pelirrojas para un casting y la asistencia fue masiva”, cuenta Omar Fornataro, fundador de Pelirrojos Club en Argentina.“Nuestro color nos convierte en uno de los grupos minoritarios más dispersos en el mundo. Desde 2013 celebramos nuestro día, sincronizándonos con otros diez países hispanohablantes”.El lema del festival es una declaración de intenciones: “La misión es simple: celebrar el pelo rojo, las pecas y todo aquello que hace a los pelirrojos diferentes”.En definitiva, festejar la diferencia. Los pelirrojos son pocos. No se conocen las cifras exactas pero, salvo que estemos paseando por Edimburgo, no es muy probable que nos topemos con gente que ostente esta tonalidad de pelo natural.La fascinación provocada por su aspecto no siempre ha sido positiva y la historia les ha sometido a las mismas penurias que a todo grupo o individuo que no se ha ajustado a la norma. Todavía hoy, en pleno siglo XXI, muchos niños sufren acoso escolar debido a su color de pelo o de piel: “Son blanco de bromas y burlas de todo tipo. Nuestra labor es desalentar cualquier discriminación, no solo la suscitada por el cabello rojo”, cuenta Fornataro.
Cientos de personas pelirrojas en el festival anual Redheadday en 2012 que se celebra en Breda, Holanda. Eddy Van 3000

Hace unos años, a colación de un capítulo de la serie de animación South Park, en el que se propone, de forma irónica, la creación del Día mundial de patear a un pelirrojo, 5.000 personas apoyaron, en las redes sociales, la implantación real de esta efeméride. Aunque en la red nunca se sabe qué es verdadera defensa y qué simple voyerismo, lamentablemente no son una excepción las personas con esta pigmentación que relatan haber sufrido en su vida episodios de bullying.

“Normalmente lo padecen niños que pertenecen a un grupo minoritario, que se muestran muy pasivos o nerviosos o que no tienen una buena autoestima” cuenta Rosario Linares, especialista en Acoso Escolar de El Prado Psicólogos. La experta asegura que eventos de visibilización desdramatizada como este festival “sirven de mucha ayuda porque conciencian a la sociedad sobre la diferencia”.
En la Edad Media, las mujeres con cabellos rojos eran consideradas brujas y en el siglo XX Hitler quiso prohibir el matrimonio entre pelirrojos
Como pasa con cada fenómeno incomprendido, la ignorancia les ha obligado a vérselas con la superstición. Muchos pelirrojos naturales cuentan cómo es una escena habitual que la gente se toque un botón cuando aparecen “para evitar la mala suerte”. Una costumbre heredada, se cree, de la época del Imperio romano.

También los egipcios los consideraban los fieros descendientes del dios Set; en la tradición judeocristiana, o al menos en sus representaciones artísticas se les asociaba con los personajes menos queridos de la biblia: Caín, Judas Iscariote o María Magdalena; y durante la Edad Media, las mujeres con cabellos rojos eran consideradas brujas y, como tales, condenadas a arder en la hoguera.

El final de esta época oscura no acabó con el odio al pelirrojo, o gingerism, y en el siglo XX Hitler quiso prohibir el matrimonio entre ellos, como medida para acabar con una fisionomía que le escamaba. Tras siglos de peligroso desconocimiento, ¿sabemos a día de hoy qué originó este exótico color de pelo.

Neandertales, radiación y vitamina D

La primera pregunta es más sencilla. “Nuestra cadena genética tiene de 50 a 70 genes involucrados en la pigmentación, pero solo uno de ellos es el responsable de que existan los pelirrojos: el MC1R. Cuatro o cinco variantes de este gen impiden al cuerpo la producción del tipo más común de melanina, la eumelanina, de color marrón oscuro. Las personas con estas mutaciones solo pueden fabricar la otra clase de melanina existente: la feomelanina, de color rojo”, explica a Sinc Conrado Martínez Cadenas, investigador en genética de la Universidad Jaume I (Castellón).

Se han encontrado mutaciones propias de los pelirrojos en el genoma de los neandertales, la especie anterior al humano moderno, que se extinguió hace unos 40.000 años y pobló zonas de Europa y Oriente Medio.Neandertal Museum
La segunda respuesta es menos contundente. “No se sabe bien cuándo apareció”, contesta Martínez Cadenas, dejando abierta la puerta a la conjetura. “Hay estudios que sitúan el origen hace 500.000 años, pero no se conoce con seguridad. Se han encontrado alguna de las mutaciones propias de los pelirrojos al secuenciar el genoma de los neandertales, la especie anterior al Homo sapiens, que vivió desde hace 500.000 años hasta que se extinguieron hace unos 40.000, y pobló, principalmente, zonas de Europa y Oriente Medio”, añade.

Hoy en día, donde más pelirrojos hay, con mucha diferencia, es en Irlanda, Escocia, Inglaterra, Holanda, norte de Alemania, Islandia, y Noruega. Se cree que el gen MC1R evolucionó para poblar las latitudes más septentrionales.

La ventaja principal de esta mutación es la capacidad de sintetizar vitamina D en lugares de muy poca incidencia de luz solar. “Esta vitamina es imprescindible en la formación de los huesos y se forma en las capas superficiales de la piel, al contacto con los rayos UV. Una piel clara, con menor producción de melanina y menor protección ante estos rayos, la fabricará con mayor facilidad que una piel oscura”.
Las personas con ciertas mutaciones en el gen MC1R solo pueden fabricar una clase de melanina de color rojo
Sin embargo, lo que en el paisaje nublado de Irlanda supone una ventaja, de seguir viviendo salvajemente sería una sentencia de muerte en el ecuador. “En las zonas cercanas al trópico la gente tiene que ser muy oscura para defenderse de la radiación solar, así que todos tienen la misma variante, la que produce mucha eumelanina. En África no existen las variantes pelirrojas del gen MC1R. De hecho, en Inglaterra, Noruega y Suecia el sistema sanitario prescribe suplementos de vitamina D a los niños que tienen un color de piel distinto del blanco”, afirma Martínez Cadenas.

Hasta el momento, podemos concluir que la piel de los pelirrojos es más delicada. Tanto es así que un estudio, publicado a principios de verano en Nature Communications, asegura que el riesgo que sufren de padecer melanoma (uno de los más agresivos y más raros cánceres de piel) es similar al que presentan otras personas tras dos décadas de exposición al sol.


La fascinación provocada por el pelo rojizo y las pecas no siempre es positiva. Muchos niños pelirrojos sufren acoso debido a su color de pelo o de piel.
El cáncer se produce por mutaciones en el ADN de las células epiteliales, dañadas por los rayos del sol que atraviesan la piel y rompen el genoma del núcleo. “El problema de los pelirrojos es que no producen eumelanina que les proteja de la radiación. Los rayos UV lesionan las células, estas tienen problemas para replicarse y, con el tiempo, pierden el control y se forma un tumor”, resume Martínez Cadenas.

Una mutación delicada

“Estudios en ratones prueban que la probabilidad de que los pelirrojos padezcan melanoma es independiente de su exposición a radiación UV: la producción de feomelanina sería en sí misma un factor de riesgo para el cáncer”, añade Ismael Galván, investigador del departamento de Ecología Evolutiva de la Estación Biológica de Doñana perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Y dentro de su desprotección, ellos lo están aún más que ellas. Las hormonas femeninas (estrógenos y progesterona) son las responsables de que las mujeres produzcan más cantidad de melanina, lo que se traduce en un color ligeramente más oscuro en piel, pelo y ojos que los varones con la misma variedad genética.

“Esto se ve muy claro en las mujeres embarazadas, que se ponen más morenas de lo normal aunque no sea verano. La placenta genera estrógenos que hacen que las células de la piel produzcan más melanina. También provocan manchas, pecas, una línea negra vertical en el estómago y melasmas en la frente o en las mejillas”, explica Martínez Cadenas.

Y la misma mutación que en la dermis produce las pecas, en el sistema nervioso lleva a que estas personas sientan el dolor de un modo más acuciante. “El MC1R no es solamente el interruptor que hace que se produzca uno u otro pigmento, sino que está ligeramente involucrado en otras acciones del cuerpo. Aunque la diferencia no es muy grande, tienen el umbral del dolor más bajo y su sangre tarda más en coagular”, continúa. Y eso no es todo: una investigación de la Universidad de Kentucky encontró relación entre esta mutación genética y la tendencia a desarrollar endometriosis.

Más fuerte que el rubio, más débil que el moreno

Por su pequeño número y quizá alimentados por esta aparente fragilidad que les da la genética, la idea de la extinción de los pelirrojos ha sido recurrente, más allá de aquella ocurrencia delirante del tercer Reich. En 2014, la revista National Geographic publicó un artículo del que se hicieron eco varios medios, en el que advertía de que un aumento de las temperaturas debido al cambio climático acabaría con la ventaja de la tez blanca de los pelirrojos en los países del norte. El genetista Adam Rutherford desmintió este peligro en el periódico británico The Guardian, donde atribuyó el error a la interpretación de ‘gen recesivo’.


Las personas pelirrojas tienen mayor riesgo de padecer melanoma, su umbral del dolor es más bajo y su sangre tarda más en coagular. En la foto, Julianne Moore, la pelirroja con el tono de pelo que más mujeres piden en las peluquerías.
Un gen recesivo es un gen no dominante, o lo que es lo mismo, necesita que ambas copias tengan la misma mutación para expresarse –somos seres diploides, es decir, tenemos una copia genética de cada uno de nuestros progenitores–. Según explica Martínez Cadenas, el gen sí que es recesivo frente al pelo moreno, pero dominante frente al rubio: “Se cree que en los países con más rubios, el número de pelirrojos es mayor porque se manifiesta cuando el otro progenitor es de pelo más claro y se esconde al combinarse con otro más oscuro”.

La mutación hipster

Entre las intrigas que suscita esta comunidad, hay un fenómeno bastante habitual: hombres morenos o rubios cuyas barbas son pelirrojas. “La misma genética hace que se exprese más una variante en unos tejidos que en otros. No se sabe por qué ni cuáles son estas variantes involucradas. Pasa también que las personas rubias suelen tener los pelos de la barba, las axilas, pubis o pecho mucho más oscuro que el pelo de la cabeza”, zanja el experto en genética.

Además, la paleta de colores que existe bajo el paraguas de pelirrojo es infinita. Cuantos más genes alterados en el árbol genealógico, menos cantidad de eumelanina y más de feomelanina, lo que da lugar a un rojo más vivo. Por ahora, los tonos de pelirrojo se dividen oficialmente en castaño rojizo, cobre, rubio fresa, jengibre y tiziano, “el que más se pide en la peluquería. La gente quiere tener el pelo de Juliane Moore, la pelirroja por excelencia”, cuenta Juan Bautista Cucarella, estilista de celebrities en el salón madrileño Le Coiffeur.
Los irlandeses son los más atraídos por las pelirrojas y las españolas, las que mejor valoran a un hombre de cabello color fuego
Todavía más pintoresca es la clasificación que propone Arthur Conan Doyle en su libro de las aventuras de Sherlock Holmes, La liga de los pelirrojos: “Jamás pensé que hubiera en el país tantos pelirrojos como los que habían acudido atraídos por aquel solo anuncio. Los había de todos los matices: rojo pajizo, limón, naranja, ladrillo, de perro setter, rojo hígado, rojo arcilla… pero […] no había muchos que presentaran la auténtica tonalidad rojo fuego”.

Los organizadores del misterioso club del relato debían coincidir con Cucarella cuando se pregunta: “¿A quién no le gusta el pelirrojo natural? En más de 25 años de profesión, nunca he visto a una persona pelirroja teñirse el pelo de otro color”.

Sin embargo, el pelo de este color no es el preferido por la mayor parte de la gente. Según María Capilla, de Meetic, en Europa las mujeres prefieren los morenos y los hombres, las rubias. Pelirrojos y pelirrojas se encuentran en séptima y quinta posición, respectivamente. Los irlandeses son los más atraídos por las pelirrojas y las españolas, las que mejor valoran a un hombre de cabello color fuego.
Muchos se preguntan: ¿por qué no hay emoji pelirrojo?
Muchos se preguntan: ¿por qué no hay emoji pelirrojo?
La última batalla de los pelirrojos es virtual. Los emoticonos han pasado a formar parte de nuestra comunicación de un modo a veces tan potente como el abecedario. Para elaborar mensajes podemos elegir entre pequeños personajes rubios, morenos, negros y ¿pelirrojos? Pues no. Una petición de change.org con casi 19.000 firmas pretende elevar la queja a Apple para que deshaga este agravio. La discriminación en la era de internet es esto: quien no está en las redes, no existe.
Y si los pelirrojos son un misterio, cuánto más su mestizaje. Una de las exposiciones fotográficas del Red Head Day muestra como las mezclas de genes desdibujan los arquetipos raciales dando lugar a bellísimas combinaciones de personas que, simplemente por sus rasgos, son imposibles de ubicar en ningún mapa. Ventajas de un mundo globalizado.
Fuente:  Beatriz de Vera  Diario Público

domingo, 11 de septiembre de 2016

¿Compró Londres la neutralidad de España durante la II Guerra Mundial?


"Muchos siguen sin querer hablar del franquismo. Admito que igual yo me paso..." reconoce Ángel Viñas. El catedrático emérito de la Universidad Complutense, especialista en economía e historia, recibe a Público en su casa, en chanclas y calcetines, con Sobornos. De cómo Churchill y March compraron a los generales de Franco (editorial Crítica) su último libro, sobre la mesa. Estrictamente no es una continuación, aunque sí va en la línea de su anterior publicación, La otra cara del Caudillo, en su cruzada por "dar palos en la calva" de los historiadores que buscan rehabilitar la cara más amable del dictador y convertirlo en un mito. "Que Franco se hizo millonario en la guerra mientras sus soldados morían como chinches es un hecho", apostilla.  Y que Franco quiso llevar a España a la II Guerra Mundial, también. Si finalmente no lo hizo fue porque sus hombres de confianza, en quienes se apoyaba a la hora de tomar decisiones, le convencieron de que no era una buena idea, auspiciados —sin que el generalísimo lo supiera— por el olor del dinero con el que les había untado Gran Bretaña a cambio. 


 
Portada del libro 'Sobornos'.
Portada del libro 'Sobornos'.

"Lo que digo en este libro sobre Franco no lo ha dicho todavía ni Dios", reclama Viñas. De lo que sí se ha hablado y mucho, para cabreo del autor, es de esa "hábil prudencia" que se le presupone al caudillo a la hora de sacar a España de contiendas. Viñas vuelve a la carga lanzando luz sobre la operación ultrasecreta que se conoce por una serie de documentos desclasificados a los que Viñas da forma de libro.
En él cuenta que, para los ingleses, la neutralidad de España era vital por una razón llamada Gibraltar. "Todavía no era una base inexpugnable y se temía una arremetida española que, de hecho, se estaba barajando". Ese ataque podría haber estado apoyado por los alemanes —"España sola no podría"—, lo cual implicaría un posicionamiento claro de Franco a favor de las potencias del Eje. Además, la importancia de este territorio era vital para los ingleses, sobre todo por una cuestión geopolítica de control y movimiento en el Mediterráneo.

"Franco estaba pensando en entrar en guerra. Eso está demostrado inequívocamente, la petición se registra en la embajada española de Berlín y los ingleses estaban al loro de esto". En este punto irrumpe el magnate financiero Juan March, "si no se le ocurrió a él se le ocurrió a algún amigo suyo inglés": había que comprar a los generales de Franco para que le quitaran la idea de la cabeza. Era junio de 1940 cuando se empezó a perfilar Sobornos.
Para los ingleses fue un éxito pese a que costó entre 350 y 1.000 millones de euros
Para los ingleses fue un éxito, pese a que pasó a la historia como la operación clandestina más costosa de todas las que hicieron en la península. Según Viñas habría costado hoy en día entre 350 y 1.000 millones de los actuales euros, un buen puñado de libras de los años cuarenta.

"Había que movilizar rápidamente medio millón de libras.
Se pidió autorización a Churchill y en 24 horas la tuvieron". Con esos fondos se pudo untar a una lista de una veintena de generales y personas de máxima confianza de Franco, de la que solo se conocen unos cuantos nombres, entre ellos, el de su hermano, Nicolás.

Nicolás Franco, un hombre "eminentemente corruptible"

Las presiones para que España no entrada en guerra por parte de Londres fueron de todo tipo. Barreras económicas, contactos diplomáticos, maniobras comerciales... Política "de palo y zanahoria", eso sí, para evitar echar a Franco en los brazos de Hitler. "La Operación Sobornos fue la última arma y estaba dedicada a aquellos generales muy próximos a Franco de los que se fiaba, a los héroes de la cruzada".
Nicolás, el hermano mayor del dictador, fue su secretario general durante la guerra. Después lo enviaron de embajador a Lisboa. "Era indolente pero era listo", además se sabía que era un hombre "eminentemente corruptible". Otro sobornado fue "un íntimo de Franco", el ministro del Ejército, el general Varela, conocido anglófilo, junto con el general Antonio Aranda, acusado de conspirar contra el régimen.
'Sobornos' fue un paso más allá en 1943: tenía que garantizar que si había una invasión alemana, el ejército español opondría resistencia, lo ordenase Franco o no
La idea inicial de la Operación Sobornos, en un primer momento, era ganar tiempo y que España no entrara en guerra en al menos seis meses, para que les diera tiempo a convertir Gibraltar en esa "plaza inexpugnable" y controlada que necesitaban los británicos. Pero llegó 1943 y el embajador recibe instrucciones de Londres de hacer todo lo posible por continuar los agasajos e incluso ir un paso más allá. La prioridad se vuelca en movilizar a los generales para que, si hay una invasión alemana, el ejército español oponga resistencia, lo ordene Franco o no.

"Eso era más complicado". Aquí vuelve a entrar en escena Nicolás Franco, quien llama personalmente al ministro del Ejército para aumentar la presión, siempre bajo la promesa del pago bajo manga. Así, Sobornos va cumpliendo diferentes objetivos: ganar tiempo, mantener la presión y al final oponerse a una eventual agresión alemana.

Funcionaba al más puro estilo de los regalos de la Gürtel. "Todas las operaciones de corrupción de este tipo tiene un fondo común". Además, recuerda Viñas que los ingleses tenían gran experiencia en la práctica del cohecho, que se remonta al siglo XVIII. Incluso en las guerras de Napoleón sobornaban a militares y políticos rusos y austriacos para que plantaran batalla al general francés.

Desmontando a Serrano Súñer

Según un rumor de la propaganda alemana, Ramón Serrano Súñer, cuñado de Franco, recibía dinero italiano. De ahí podría explicarse la admiración que siempre tuvo por Mussolini, de quien llegó a afirmar que fue "uno de los pocos genios que la Historia crea cada dos o tres mil años". Pero Franco no era Mussolini, aclara Viñas, y no iba a entrar en guerra solo por hacerle un favor a Hitler. "Si hay algo de lo que podemos estar seguros es de que Franco nunca tuvo la intención de hacerse el harakiri". Su condición para apoyar a los nazis en la contienda era que los alemanes le garantizara posesiones en África, algo que nunca sucedió.
"Este libro ataca a Serrano Súñer porque hay que atacarle hasta que por se fin publiquen los papeles ocultos que guarda algún allegado suyo"
El cuñadísimo era un reconocido germanófilo que empleó sus memorias, con Franco ya muerto, en mostrarse a sí mismo como un hombre prudente que apostó por que España navegara con los nazis solo para asegurar la neutralidad y no meter al país en líos bélicos. Todo mentira. "El lector verá que en este libro se ha procedido a una demolición de la imagen de Serrano porque hay que atacar a Serrano". Ángel Viñas busca una reacción: "provocar a quien corresponda" para que salgan a la luz los papeles ocultos que todavía guarda algún allegado de Serrano Súñer. Y si con ellos se puede rebatir sus tesis y escribir el "antisobornos", bienvenido sea. "Busco la verdad documentable, la historia se escribe con documentos, no con mitos".

La historia muerde, avisa Viñas. Y los historiadores siguen teniendo que arrancar los documentos que la construyen, sangre quien sangre. 
Fuente:  SARA CALVO TARANCÓN   www.publico.es

sábado, 10 de septiembre de 2016

Alexander von Humboldt, la ciencia al completo


Detalle del 'Naturgemälde' de Humboldt.
La ciudad de Jena, con sus 4.000 habitantes y sus rebaños de ovejas cruzando las calles empedradas, vio perturbado su sosiego académico y pastoril en los últimos días de diciembre de 1794. Un grupo estridente encabezado por Schiller, Goethe y un jovencísimo científico que empezaba a andar en boca de todo el mundo, Alexander von Hum­boldt, habían adoptado la costumbre de reunirse a diario en la casa del primero, en la plaza del mercado, para discutir de ciencia con calor y estrépito, pasión y risotada hasta bien entrada la noche. Conocer al científico ejerció un poderoso estímulo sobre un Goethe cuarentón, algo barrigudo y melancólico, hasta el extremo de que Humboldt pudo bien ser la inspiración de su Fausto.
Humboldt, que llegaría a ser el naturalista más renombrado de su tiempo, es hoy una figura arrinconada en la historia de la ciencia. Es paradójico, porque resulta muy difícil visitar alguna parte del mundo donde su apellido no haya bautizado algún lugar o algún fenómeno natural: la corriente de Humboldt junto a la costa de Chile y Perú, sierra Humboldt en México, pico Humboldt en Venezuela, el río Humboldt en Brasil, la bahía Humboldt en Colombia, el glaciar Humboldt en Groenlandia, montañas en China, Sudáfrica, Nueva Zelanda y la Antártida, cataratas en Tasmania y Nueva Zelanda, cientos de plantas y animales y hasta una de las manchas de la Luna, el mar de Humboldt. Pero eso son solo nombres, ¿verdad? Y el caso es que el de Humboldt no aparecería hoy en ninguna lista de los 10 o 20 grandes investigadores que han transformado el mundo.
La autora ha compuesto una narración admirable, tan preñada de entendimiento como de información novedosa
Esa es la injusticia que intenta reparar Andrea Wulf, escritora y profesora en el Royal College of Art londinense, con su obra monumental La invención de la naturaleza. El nuevo mundo de Alexander von Humboldt, que llega a las librerías el jueves. El libro asombra por dos razones. La primera es su exhaustiva investigación sobre el autor, que no solo la ha llevado a rebuscar por bibliotecas y archivos de medio mundo, sino también a seguir los pasos del naturalista alemán, a revivir en primera persona sus andanzas, escaladas y aventuras de descubrimiento. Y la segunda es que, tal vez como consecuencia de lo anterior, la autora ha compuesto una narración admirable, tan preñada de entendimiento como de información novedosa, tan plena de emoción vital como de conocimiento profundo. La intención de Wulf era revivir a Humboldt, y lo mejor que se puede decir de su libro es que lo ha conseguido.

 
Cuadro de Goethe dedicado a Humboldt.
Con independencia de sus grandes y variados logros científicos, la vida de Alexander von Humboldt (Berlín, 1769-1859) es de las que merecen contarse, qué duda cabe. Naturalista, aventurero y hasta guapetón —si hemos de dar crédito al retrato que le hizo Weitsch a los 36 años—, Humboldt fue el gran geólogo y ecólogo de la primera mitad del siglo XIX, y seguramente el científico más conocido de su época.
Hijo de un oficial de Federico el Grande y de una hugonote que había salido pitando de la Francia de Luis XIV, y que lo crio con rigidez calvinista, mal estudiante de niño, menos interesado en la literatura y la ciencia que en alistarse en el Ejército para librar lejanas batallas, tuvo que hacer un curso de ingeniería para enamorarse de la botánica, y después de toda la ciencia. Educado por destacados intelectuales de la Ilustración, tuvo ocasión de conocer —y de asombrar— a los pensadores, estadistas y científicos más destacados de su tiempo.
Los mapas de California, México y el sur de EE UU no eran correctos hasta que el aventurero los rehízo, para deleite de Jefferson
Goethe y Schiller fueron solo los primeros de un censo prodigioso que incluye a Thomas Jefferson, el tercer presidente de Estados Unidos, y el segundo por la izquierda en el conjunto escultórico del monte Rushmore; también a Simón Bolívar y Charles Darwin, a Henry David Thoreau, a George Perkins Marsh y Ernst Haeckel, en un abanico de personajes que le sirven a Wulf para exponer las ideas más destacadas de aquella época apasionante.
Y su influencia sobre otros pensadores y científicos posteriores fue aún mayor, y en parte pervive hasta nuestros días. Inventó las isotermas y las iso­baras, esas líneas que unen los puntos de igual temperatura o presión que nos enseña la mujer del tiempo en la tele; descubrió el ecuador magnético de la Tierra; percibió la profunda semejanza que muestra la vegetación en todos los lugares del planeta cuando las condiciones ambientales son similares; al lector le bastará subir al Teide, como hizo Humboldt con ese y otros volcanes gigantescos, para contemplar todos los paisajes que ha visto en su vida en la Europa continental, por ejemplo.
 
Dibujo realizado por Humboldt del volcán Jorullo (México).
 
Por encima de todo, Humboldt fue el primer científico que consideró la naturaleza en su conjunto. Aplicó el método newtoniano del pensamiento en dos tiempos —análisis y síntesis— al mundo biológico. El científico berlinés era todo lo contrario de un pensador de sillón: desde pequeño estaba obsesionado con el viaje y la aventura, y había heredado de sus profesores ilustrados una pasión por las mediciones precisas; embarcaba con 40 aparatos de medición muy avanzados para su época, y ni el desfiladero más angosto junto a un abismo le disuadía de medir la presión y la temperatura, la altitud y el azul del cielo.

 
Manuscrito azteca adquirido por Humboldt.
Pero todo ese lujo de detalle no era para él más que la primera parte, la que Newton llamó análisis en un contexto muy distinto. La segunda parte era la síntesis, y el gran observador se convertía ahí en un no menos grande pensador de extraordinaria amplitud. Esta capacidad suya para considerar la naturaleza en su conjunto asombró por igual a Goethe y a Darwin. Humboldt fue el primer científico que abarcó la biología como un todo, como una red de relaciones que regía el comportamiento de cada parte y que comprendía los espacios y los tiempos. La hipótesis de Gaia que ha formulado en nuestro tiempo James Lovelock, y que tiende a considerar la Tierra, o al menos la biosfera, como una especie de organismo vivo, es heredera del espíritu visionario de Humboldt.  
Fuente: elpais.es

viernes, 9 de septiembre de 2016

Bienvenidos al Antropoceno: “Ya hemos cambiado el ciclo natural de la Tierra”


Los isótopos radiactivos depositados en todo el globo tras los ensayos con armas nucleares marcan la entrada en el Antropoceno.
Si usted nació antes de 1950, puede que ahora se vaya a sentir algo más mayor: ha vivido en dos épocas geológicas distintas. La Tierra ha entrado en una nueva página del calendario geológico, el Antropoceno. Y una de las pruebas de que el mundo ha cambiado para siempre está en la Ría de Bilbao, en una franja de siete metros de sedimentos acumulados por la industrialización. El grupo de científicos encargados de tomar esta decisión acaba de votar que ya hemos superado el Holoceno. La huella de la actividad humana quedará para siempre grabada en todo el planeta como una línea bien identificable en los estratos que se verán dentro de miles o millones de años en cuevas y acantilados, una referencia permanente para los científicos del futuro.
Un grupo designado de especialistas ha decidido que el Antropoceno comienza en 1950 con los residuos radiactivos de las bombas atómicas
"Ya hemos cambiado la Tierra: el Antropoceno es el momento en que los humanos conseguimos cambiar el ciclo vital del planeta, cuando los humanos sacamos al planeta de su variabilidad natural", explica Alejandro Cearreta, el único científico español que formaba parte del equipo de alto nivel que tenía como misión determinar si de verdad vivimos ya en un momento geológico distinto, en una capa de crema bien definida en el milhojas de los estratos terrestres.
Este grupo de 35 especialistas, tras siete años de trabajos, realizó varias votaciones hasta decidir que el Antropoceno es ya una nueva época geológica dentro del periodo Cuaternario (el Jurásico, por ejemplo, es otro periodo geológico dividido en distintas épocas). También votaron que la marca que determina ese cambio son los residuos radiactivos del plutonio, tras los numerosos ensayos con bombas atómicas realizados a mediados del siglo XX. Y por eso la fecha que eligieron como línea de entrada en el Antropoceno es 1950. "Aunque 1952 sería más concreto, porque es cuando todos los isótopos radiactivos provocados por esas bombas se asentaron en todo el planeta", matiza Cearreta, profesor de la Universidad del País Vasco.
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En la playa cementada de Tunelboca puede verse con claridad un estrato de siete metros de sedimentos, restos de escorias vertidas por los altos hornos entre 1902 y 1995.
Para entrar en un momento geológico distinto, explica el geólogo vasco, tiene que haber una señal inequívoca "global y sincrónica" del cambio planetario. Por eso, aunque inicialmente se propuso 1800 como fecha de inicio del Antropoceno, con la Revolución Industrial, se ha descartado porque su huella no llega por igual y al mismo tiempo a todo el globo.
Pero lo importante para determinar un cambio geológico no es que los humanos hayamos dejado huella. Esa muesca humana ya se nota desde hace miles de años. La clave es que se trata de un cambio de ciclo en el comportamiento del planeta entero, provocado por los humanos y sus plásticos, sus emisiones de gases, los desechos de sus industrias, la alteración de ecosistemas, la desaparición masiva de biodiversidad, la acidificación de los mares... "Muchos de estos cambios son geológicamente de larga duración, y algunos son irreversibles", asegura el grupo en su resolución. No es un juicio político, como se le ha reprochado a este grupo: "Es un hecho científico, se está acumulando un registro geológico. La evidencia del Antropoceno va a durar para siempre", zanja Cearreta.
Y eso es al margen de que sea un concepto científico con repercusiones políticas, como también sucede con el cambio climático, explica este científico, que sí opina que la llegada del Antropoceno es una prueba de "nuestro fracaso como sociedad". "¿Es bueno o es malo que se extinguieran los dinosaurios? No entramos a juzgarlo, pero ahora se ha producido un cambio claro en el Sistema Tierra", asegura este científico, que reconoce que vivieron una presión extraordinaria para su campo durante la votación, en el Congreso Internacional de Geología celebrado en Sudáfrica: "Nos desborda un poco, no estamos acostumbrados a generar este interés".
"¿Es bueno o malo que se extinguieran los dinosaurios? No juzgamos, se ha producido un cambio claro en el Sistema Tierra", asegura
En cualquier caso, la decisión del grupo de especialistas todavía no aparecerá en los libros de texto, ya que aún la tienen que ratificar formalmente en los próximos años varios organismos. Cearreta bromea reconociendo que las decisiones en su campo se toman a ritmos geológicos: hasta 2009 no se delimitó formalmente el Cuaternario, que arrancó hace dos millones y medio de años. Y todavía falta identificar lo que llaman el clavo dorado, un lugar, una señal en la tierra que sirva de lugar de referencia para señalar el comienzo de ese nuevo capítulo de la geología para todo el mundo.
Cearreta propone una franja de siete metros que se puede ver claramente en la playa de Tunelboca, en la Ría de Bilbao, donde se fueron acumulando sedimentos durante un siglo de escorias vertidas por los altos hornos. "El oleaje y las corrientes marinas los han ido transportando y acumulando desde los años 1940 como una playa cementada al pie de los acantilados de Getxo", indica el geólogo, que reconoce que habrá politiqueo en la elección de ese referente mundial de la entrada de la humanidad en una nueva era. Será en unos años; para los geólogos no hay prisa: "Somos lentos para actuar, nuestra unidad de tiempo es el millón de años".
Fuente: Javier Salas   El Pais

domingo, 4 de septiembre de 2016

Un dirigente obrero en el Gobierno de la República

 Largo-caballero

Caballero sustituyó a José Giral en la jefatura del Gobierno de la República en guerra. Fue el primer y único Gobierno de la historia de España presidido por un dirigente obrero y la primera vez que había ministros comunistas en un país de Europa occidental. Faltaban todavía los anarquistas, que entraron en el Gobierno dos meses después. Desde septiembre de 1936 a mayo de 1937, Largo Caballero, con la colaboración de todas las fuerzas políticas y sindicales que luchaban en el bando republicano, presidió la reconstrucción del Estado, la militarización de las milicias, el control y enfriamiento de la revolución y la centralización del poder, teniendo que enfrentarse, como haría Juan Negrín después, a los desafíos regionales y nacionalistas.
El golpe de Estado de julio de 1936 abrió las puertas al cruel terror de militares y falangistas en un lado y a una subversión violentísima del orden social en el otro. En la España republicana surgieron comités por todas partes. La España republicana era en aquel verano de 1936 un hervidero de poderes armados y fragmentados, de difícil control. En Madrid, el Gobierno de José Giral, formado sólo por republicanos de izquierda, no podía representar a esa amalgama de comités, milicias y patrullas de control donde socialistas y anarquistas, sindicalistas de la UGT y de la CNT, dirigían la revolución, la que destruía y mataba y la que intentaba levantar algo nuevo de aquellas cenizas.
A finales de agosto, el ejército de África avanzaba imparable hacia Madrid, tras dominar a sangre y fuego Extremadura e importantes zonas de Castilla-La Mancha. El 3 de septiembre, las columnas de Yagüe llegaron a Talavera. Ese mismo día, en el norte, donde el general Mola había iniciado un ataque sobre Guipúzcoa, cayó Irún. “El Gobierno republicano está muerto. No tiene autoridad ni competencia, ni decisión para hacer la guerra a fondo y acabarla con una victoria absoluta y revolucionaria”, le había escrito el 24 de agosto Luís Araquistain, el ideólogo de la izquierda socialista, a Largo Caballero.
Giral, con los militares rebeldes ya en Talavera, pensó de verdad que le faltaba autoridad y apoyo y decidió “entregar a S.E. el Presidente de la República los poderes que de él recibió y con ellos las dimisión de todos los ministros”, para que les pudiera sustituir un gobierno que representara “a todos y cada uno de los partidos políticos y organizaciones sindicales u obreras de reconocida influencia en la masa del pueblo español”. Era la hora de los sindicatos y de Largo Caballero, el líder indiscutible de la UGT.
El 4 de septiembre de 1936, Largo Caballero, quien se había negado a que Indalecio Prieto formara un gobierno de republicanos y socialistas en mayo de 1936 y que tampoco había querido asumir esa responsabilidad tras el golpe de Estado de julio, aceptó por fin presidir “un gobierno de coalición”, fórmula que le aconsejó Luís Araquistaín, en el que el secretario general de la UGT sería también ministro de la Guerra. Era un gobierno con mayoría socialista, en el que había también cinco republicanos.
Largo Caballero puso como condición que entraran los comunistas y así lo hicieron con Jesús Hernández en Instrucción Pública y Vicente Uribe en Agricultura. Pactó, por último, con José Antonio Aguirre la participación de los nacionalistas vascos a cambio de una rápida aprobación de un Estatuto de Autonomía para Euzkadi y unos días después, Manuel de Irujo se sumó a ese gobierno de coalición como ministro sin cartera.


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La solución no gustaba a algunos personajes de peso en la política republicana, pero a otros, sobre todo a la izquierda socialista y a los sindicalistas de la UGT, les parecía la única disponible para hacer frente al hundimiento de los republicanos, para ganar la guerra y garantizar al mismo tiempo las conquistas revolucionarias. La presencia de Giral y de algunos republicanos que habían estado en su Gobierno, parecía confirmar el mantenimiento de la legalidad republicana. La integración de socialistas, comunistas y nacionalistas vascos y catalanes lo convertía en un Gobierno de “unidadnacional”, el de la “victoria”, como lo iban a llamar.

Faltaba todavía la CNT, que entró en ese gobierno el 4 de noviembre de 1936, representada por cuatro de sus más insignes dirigentes, incluida Federica Montseny, la primera mujer ministra en la historia de España.
Anarquistas en el Gobierno. "Hecho trascendental", decía Solidaridad Obrera ese mismo 4 de noviembre: "El Gobierno (...) ha dejado de ser una fuerza de opresión contra la clase trabajadora, así como el Estado no representa ya al organismo que separa a la sociedad en clases. Y ambos dejarán aún más de oprimir a pueblos con la intervención en ellos de elementos de la CNT".
No todas las reacciones fueron, no obstante, tan entusiastas como la de Solidaridad Obrera. El presidente de la República, si creemos a Largo Caballero, “se negó a firmar los decretos porque le repugnaba tener en el Gobierno a cuatro anarquistas”: no se daba cuenta del “alcance que en el futuro tendría la conversión del anarquismo español, que del terrorismo y de la acción directa pasaba a la colaboración”. Como Largo le anunció la dimisión si no firmaba, Azaña, “aunque con reservas, los firmó”. Efectivamente, Manual Azaña escribió meses después “que no solamente contra mi opinión, sino con mi protesta más airada, se impuso la modificación ministerial de noviembre, con la entrada de la CNT”.
La oportunidad de acceder al Gobierno no llegó, sin embargo, en el mejor momento. El mismo día en que se producía, las tropas del ejército de Franco estaban a las puertas de Madrid, donde se iba a librar la batalla más decisiva de la primera fase de la guerra. El general Franco, jefe ya de los militares sublevados desde el 1 de octubre de 1936, ordenó concentrar todos los medios de combate para conquistar la capital, con el ejército de África a la cabeza, reforzado por escuadrillas de aviones alemanes e italianos.
El Gobierno se mostró incapaz de organizar con eficacia la defensa de la capital. El 6 de noviembre, en el primer Consejo de Ministros en el que participaban los cenetistas, se decidió por unanimidad la salida del gobierno de Madrid y su traslado a Valencia. Una salida precipitada, mantenida en sigilo, sobre la que no se dio explicación pública alguna. Aquello apareció ante la opinión como una huida y un abandono. Antes de marchar, Largo Caballero ordenó la creación de una Junta de Defensa que, bajo la presidencia del general Miaja, desempeñó la autoridad en ese Madrid sitiado desde ese día hasta el 22 de abril de 1937.
Antes de salir de Madrid, Largo Caballero nombró también a Vicente Rojo, que había sido ascendido a teniente coronel un mes antes, jefe del Estado Mayor del general Miaja. Parecía que la toma de Madrid por el ejército sublevado era cuestión de días, pero, pese a la confusión y desorden que se adueñó esos días de Madrid, manifestada también en las grandes “sacas” y matanzas de presos, las tropas de Franco no lograron su objetivo. Rojo y Miaja, con la ayuda de varios jefes militares que habían mostrado su lealtad a la República, como el teniente coronel Fernández Urbano y el comandante Matallana, organizaron la defensa con todas las fuerzas disponibles, entre las que pudieron contar por primera vez en la guerra con la participación de las Brigadas Internacionales. Pudo llegar también a tiempo la ayuda militar soviética pagada ya con el envío de las reservas de oro. Y toda la población, soliviantada por los bombardeos y cañoneos constantes de los militares franquistas, contribuyó a detener el empuje de los atacantes. Muchos percibieron aquélla como una batalla decisiva entre el fascismo internacional, por un lado, y el comunismo y la democracia, por otro. RZ_No pasaran
El Partido Comunista, que tuvo una presencia decisiva en la Junta de Defensa, creció de forma considerable a partir de ese momento. Era un pequeño partido en las elecciones de febrero de 1936, aunque ya antes de la guerra había logrado unir a los jóvenes socialistas y comunistas en las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU) y, recién derrotada la sublevación en Barcelona, varios grupos socialistas y comunistas catalanes habían creado el Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC), una organización que pronto se iba a enfrentar abiertamente con el POUM y los anarquistas por el control político de la retaguardia. Su crecimiento y prestigio fueron unidos, no obstante, a la presencia de las Brigadas Internacionales, a la ayuda soviética y al orden y disciplina que sus líderes fueron capaces de imprimir en la dirección de la guerra.
La militarización de las milicias, o la conversión de grupos armados dispersos en un ejército con mando militar centralizado, fue uno de los principales objetivos de Largo Caballero nada más asumir la jefatura del Gobierno y el Ministerio de la Guerra. El otro era la reconstrucción del poder central, aunque el Gobierno de Valencia no puedo evitar que Cataluña y lo que quedaba de Euskadi incrementaran su autonomía y que se consolidaran en otros sitios consejos regionales.
La militarización, el control de la retaguardia y la reconstrucción del poder republicano se abordaron, no obstante, en medio de fuertes disputas entre algunos de los sectores políticos que configuraban la coalición del Gobierno. Los comunistas, que habían empezado a presionar sin éxito a Largo Caballero desde el otoño de 1936 para que uniera al PSOE y al PCE en un gran partido marxista, como habían hechos los jóvenes socialistas y comunistas, comenzaron a protestar, en público y en privado, contra la ineficacia del Gobierno, la fragmentación de la política en poderes regionales y la marcha de la guerra. Las críticas subieron de tono a partir de la caída de Málaga. El 8 de febrero de 1937 las tropas de Franco, apoyadas por trece batallones italianos al mando del general Roatta, ocuparon la ciudad y emprendieron una represión brutal que recordaba al “terror caliente” del verano de 1936 en otras zonas de Andalucía.
Los comunistas acusaron a Largo Caballero de ser el responsable de la caída de Málaga. Al mismo tiempo, los socialistas de la fracción de Indalecio Prieto, que controlaban el comité nacional del PSOE y querían también eliminar del Ejecutivo a las organizaciones sindicales, transmitieron a Manuel Azaña a mediados de marzo la necesidad de sustituir a Largo Caballero como ministro de la Guerra, aunque continuara siendo presidente del Gobierno. Los comunistas y los socialistas de Prieto comenzaron a entenderse con esa política común frente al poder sindical. Era la lucha, resuelta muy pronto con la crisis de mayo de 1937, entre partidos y sindicatos.
Tras unos días de combates en las calles de Barcelona, que dejaron un saldo de varios cientos de muertos y heridos, estalló la crisis de gobierno que venía anunciándose desde la caída de Málaga en febrero. En la reunión del Consejo de Ministros del 13 de mayo, los dos representantes comunistas, Vicente Uribe y Jesús Hernández, exigieron que Largo Caballero abandonara el ministerio de Guerra y la disolución del POUM. El presidente de gobierno se negó a aceptar la primera condición y trató de aparcar la resolución sobre la segunda mientras no se tuvieran los datos exactos sobre los culpables de los disturbios de Barcelona. May 1937
Sucesos de mayo, 1937, Barcelona/ANC
Los ministros comunistas abandonaron el Consejo. La crisis quedaba abierta. Manuel Azaña, que había esperado a que la crisis la plantearan otros, aunque él era el primer interesado en deshacerse de Largo Caballero, encargó al socialista Juan Negrín la constitución del gabinete, del que fueron excluidas las dos organizaciones sindicales. Los partidos habían ganado a los sindicatos. "Se ha constituido un gobierno contrarrevolucionario", declaraba Solidaridad Obrera en su editorial del 18 de mayo.
A partir de mayo de 1937 algunas cosas cambiaron. El POUM fue liquidado, Largo Caballero se quedó sólo y los anarcosindicalistas vieron cómo se aceleraba la pérdida de su poder político y armado. Lo cual no es poco si se tiene en cuenta el lugar privilegiado que esos actores habían tenido en aquel drama.
Desplazado, aislado y sin poder contar ni siquiera con los apoyos de su propio sindicato, Largo Caballero, que tenía entonces 67 años, dijo prácticamente adiós a una larga vida dedicada a las luchas sindicales, al socialismo y a la República, aunque, ya en el exilio, todavía le esperaba el calvario del campo de concentración nazi de Orianenburg. Liberado por las tropas rusas en abril de 1945, volvió a Francia y murió en París el 23 de marzo de 1946.